jueves, 23 de abril de 2009

Una juez ve plagio en un Premio Planeta de Cela


El caso se inició en 1998 cuando la escritora María del Carmen Formoso se querelló contra el autor de 'La Cruz de San Andrés' por un delito contra la propiedad intelectual.


Una juez de Barcelona ha resuelto que se dan indicios para considerar que hubo plagio en la redacción de la novela de Camilo José Cela, La Cruz de San Andrés, ganadora del Premio Planeta en 1994, según ha revelado hoy el diario El País.
La magistrada se ha pronunciado al respecto una década después de que la autora de Carmen, Carmela, Carmiña (Fluorescencia), María del Carmen Formoso Lapido, se querellara contra el autor de La colmena por un presunto delito contra la propiedad intelectual en la elaboración de su premiada obra.
La juez catalana ha tomado la decisión basándose en dos argumentos. En primer lugar, la obra de Formoso fue presentada el 2 de mayo de 1994, mientras que la novela de Cela ganadora del premio se presentó el 30 de junio, el último día de plazo. En segundo lugar, asegura que el informe pericial - que responde a 65 cuestiones explícitas sobre la similitud entre ambas obras- redactado por Luis Izquierdo, catedrático de Literatura Española de la Universidad de Barcelona, concluye que "se trata de un supuesto de transformación, al menos parcial, de la obra original" en el libro del autor gallego.
Según El País, de esto se infiere, en palabras de la magistrada, que La Cruz de San Andrés "presenta tantas coincidencias y similitudes" con la obra de María del Carmen Formoso "que para realizar tal transformación de la novela de la querellante hubo de ser necesariamente facilitada" al propio Cela "para que, tomándola como base, hiciera lo que el perito denomina aprovechamiento artístico" del libro.
Por el momento, la causa está siendo tramitada por el Juzgado de Instrucción número 2 de Barcelona, y se sigue únicamente contra José Manuel Lara Bosh, consejero delegado de la editorial Planeta, considerado presunto coautor del citado delito de plagio. Según el rotativo, Lara ya declaró como imputado en la causa en 2001, al igual que el autor de la polémica obra, antes de su muerte en enero de 2002.
El caso judicial que se inició en 1998 ha sido archivado en dos ocasiones. La decisión judicial ha sido recurrida por la editorial Planeta ante la Audiencia de Barcelona, que ahora deberá pronunciarse sobre si la confirma o la revoca. En el primer caso, la juez abriría juicio oral. De lo contrario, el juicio quedaría nuevamente archivado.

domingo, 5 de abril de 2009

El Quijote versus la depre


Miguel de Cervantes Saavedra, ¿precursor del psicoanálisis? El Quijote, ¿un manual de buen vivir? Desde su publicación en 1605 el libro del ingenioso hidalgo ha dado para miles de interpretaciones y lecturas, pero la de Françoise Davoine, psicoanalista francesa, es quizás única.
Davoine publicó a finales del 2008 el libro "Don Quijote para combatir la melancolía", donde afirma que Cervantes nos enseña como librarnos de las experiencias traumáticas y superar la depresión.
El Quijote es una de las obras literarias que Françoise Davoine utiliza frecuentemente en el marco de su trabajo.
Sus pacientes son personas que sufrieron traumas, o hijos de éstas, que heredaron la experiencia silenciosa de sus padres a la que hay que poner palabras.
Para aliviarlos y "acogerles en una tradición más amplia", para que se den cuenta de que no son víctimas aisladas, Françoise les cuentas historias. Entre ellas, las aventuras del hidalgo de la Mancha que la autora considera una lección de psicoanálisis.
El trastorno de Don Quijote ha suscitado muchas interpretaciones. Françoise Davoine, retomando las palabras del mismo Cervantes que dijo haber "engendrado" a Don Quijote, ve al hidalgo de la Mancha como el "hijo loco" de Cervantes.
Al hidalgo le tocó, al igual que a los pacientes de Françoise, verbalizar las desgracias que sufrió su padre.
"Cervantes era un antiguo combatiente, que fue esclavo y luego encarcelado durante cinco años en Argel. No escribió nada durante 20 años, hasta que llegó El Quijote. La obra le permitió revivir sus traumas y librarse de ellos".
Terapia
¿Qué tipo de terapia propone Cervantes para luchar contra el trastorno mental y superar los traumas? Entre otras cosas, muestra la importancia del diálogo, dice la especialista.
"El libro está compuesto en gran parte por las escenas de "psicoanálisis a través de la palabra" entre el hidalgo y su escudero Sancho Panza, cuando están heridos, casi en estado de coma. Al despertarse, se ponen a hablar e intentan comprender juntos qué les está pasando". Según Davoine, la presencia del otro es un elemento esencial en el análisis del trauma.
"Uno no puede superar sus traumas solo. Los que fueron a la guerra lo dicen, siempre hubo un amigo, fallecido o aún vivo, que les ayudó a sobrevivir. Necesitamos al otro, pero esto otro puede ser tanto una persona como un animal, o incluso la naturaleza".
Y agregó: "Cuando trato a pacientes que padecieron una gran soledad, siempre les pregunto con qué estuvieron en contacto. Una vez una niña me respondió que tenía su paisaje, al que regresaba de vez en cuando, y con el que hablaba y soñaba".
Asimismo, Sancho Panza es como un espejo vital para Don Quijote. Es un "terapeuta" que participa e interviene, una actitud que la psicoanalista francesa intenta seguir con sus pacientes.
"Las personas que vivieron situaciones muy difíciles o peligrosas suelen ser muy perspicaces, ya que para sobrevivir desarrollaron una gran capacidad de atención. Es una inteligencia que no es la oficial, pero, como analista, es esencial que la tenga en cuenta. A veces se intercambian los papeles. El paciente, es capaz de sentir si un día me siento mal. Entonces nos sentamos para hablarlo y es él, el psicoanalista", dijo Davoine.
Precursor del psicoanálisis
Según Davoine, las aventuras inesperadas de Don Quijote son parte del proceso de auto-sanación.
Estas interferencias son también una de las lecciones del Quijote.
"En el libro, la búsqueda interior de Don Quijote se profundiza cada vez más. Se vuelve psicoanalista, al encontrar a alguien más trastornado que él. Abraza a este hombre y dice estar dispuesto a escucharlo. Pero lo más divertido es que el "paciente" le dice que se va a tumbar en la hierba para poder hablar más libremente. ¡Un verdadero precursor del psicoanálisis!"
Pero ante todo, Davoine señala que si la novela cervantina es antidepresiva, "es porque nos enseña a renunciar a la tristeza y a rebotar. Es una novela violentamente positiva y no-determinista, que sigue el ritmo de la síncopa, frecuente en el análisis del trauma: periódicamente tropezamos contra un elemento que todavía no habíamos tratado. Tomamos un nuevo impulso. Hay una energía enorme que brota de los momentos de gran derrota."
Según Françoise Davoine, el azar y los encuentros imprevistos, las aventuras inesperadas con las que se enfrenta Don Quijote, son parte integrante del proceso.
En los momentos de grandes traumas no estamos en una dimensión temporal, porque nada tiene sentido y entonces se rompe la cadena de causa-consecuencia.
"Las personas que sufrieron traumas fueron a menudo víctimas de manipulación o perversión y le tienen mucho miedo a todo tipo de discurso que podría encerrarlos. Te dicen que no sirve de nada buscar una causa en el pasado y en parte tienen razón. A la inversa, el encuentro imprevisto les permite tejer lazos allí donde era imposible", concluye Françoise Davoine.
BBC Mundo