sábado, 21 de febrero de 2009

ENTREVISTA: ANGELIKA SCHNIEKE Miembro del equipo que clonó a 'Dolly'

Angelika Schnieke formó parte del equipo que clonó a la oveja Dolly en 1996 cuando trabajaba en la empresa PPL Therapeutics, en Edimburgo. De hecho, fue la segunda firmante del artículo sobre Dolly de 1997 en Nature (el primero fue Ian Wilmut, del cercano Instituto Roslin), y poco después consiguió la primera oveja transgénica y clonada. La empresa ha desaparecido, lo mismo que su relación con Wilmut, pero Schnieke (Oberhausen, Alemania, 1956) ha mantenido en su país una respetada carrera científica en la manipulación genética de animales de granja para aplicaciones médicas. Estuvo en Madrid como jurado del Premio BBVA Fronteras del Conocimiento en Biomedicina.

Pregunta. ¿Qué se ha conseguido en la utilización de animales transgénicos en medicina?

Respuesta. El primer medicamento producido por un animal transgénico ya está en el mercado. Es la proteína humana antitrombina alfa [contra los coágulos en la sangre], que se produce en la leche de cabras transgénicas y representa un gran avance. Es un proceso que ha llevado 20 años, que no es demasiado si se tienen en cuenta todos los pasos que hay que dar. Muchos laboratorios trabajan ahora en producir anticuerpos para distintos tipos de cáncer y también puede que haya pronto sustancias producidas en plantas.

P. Y, más de 10 años después, ¿que ha significado Dolly, el primer mamífero clonado por transferencia nuclear?

R. Fue muy importante. Disparó la imaginación de la gente, pero también mostró a los científicos que se puede tomar el núcleo de una célula adulta y reprogramarlo. Abrió un área nueva en ciencia: el estudio de los genes que son importantes para la pluripotencialidad [la capacidad potencial de generar cualquier tejido]. El mejor ejemplo es las nuevas iPS, células madre pluripotentes inducidas. Con unos cuantos factores de transcripción

[genes] casi cualquier tipo de célula retrocede en el tiempo, vuelve a ser pluripotente. Las iPS se comportan como células embrionarias pero no hacen falta ni óvulos ni embriones para producirlas.

P. ¿Quiere eso decir que ya no es necesaria la investigación en células madre embrionarias?

R. No, son líneas de investigación que van en paralelo. No se podrían hacer iPS si no se supiera todo lo que se va aprendiendo sobre las células madre embrionarias. Y si hiciera falta un tratamiento con urgencia, no se podría esperar a producir las líneas celulares iPS del paciente.

P. ¿Y la clonación de animales, para que está sirviendo?

R. Se ha demostrado que se puede hacer en casi cualquier especie. Ahora se trabaja en perfeccionar la técnica, y se aplica comercialmente en el ganado, para reproducir sementales, y en caballos de carreras. Lo bueno es que en ganado vacuno y porcino es cada vez más eficiente, entre un 10% y un 20% de los embriones reconstituidos llega a término. Sin embargo, es verdad que poco después de nacer muchos animales clonados mueren, son muy sensibles a las infecciones. La mayoría de los animales clonados se va a utilizar en investigación biomédica como modelos animales y para el xenotrasplante. Por ejemplo, las cabras que producen la proteína en su leche son clonadas.

P. Los proyectos que intentan producir embriones híbridos de humano y animal en el Reino Unido (uno de ellos de Wilmut) están paralizados por falta de fondos. ¿Qué opina sobre esta línea de investigación?

R. En la clonación terapéutica hacen falta ovocitos

[células precursoras de los óvulos] y los ovocitos humanos son muy escasos, es mucho más fácil disponer de embriones humanos procedentes de las clínicas de fertilización, así que los investigadores pretenden utilizar ovocitos animales (de conejo o vaca) para reprogramar el núcleo de una célula humana y obtener células madre humanas para posible uso terapéutico. Muchos creen que esto no puede funcionar. El embrión así creado tiene dos genomas, el nuclear humano y el mitocondrial animal, y los dos genomas tienen que interactuar. Experimentos anteriores han mostrado que funciona si las dos especies son muy próximas, como el ser humano y el chimpancé, mientras que si son el ser humano y el orangután ya no funciona, pero no hay ovocitos de chimpancé disponibles. Quizás no obtienen fondos porque sus colegas son muy críticos. Antes, la clonación terapéutica era la única forma de obtener células para trasplantes, pero ahora se ha abierto otra vía, la de las iPS. Todas las semanas se publica un nuevo resultado.

P. ¿Por qué se retrasa la clonación terapéutica?

R. Si se tiene en cuenta lo que se tardó en las vacas, donde trabajamos con todos los ovocitos que queremos, porque son material de desecho en los mataderos, y sólo hemos conseguido el 20% de eficiencia, no es tan raro que tarde. En humanos no se pueden hacer tantos experimentos por la escasez de ovocitos. Es que yo, como mujer, me pregunto por qué querrían las mujeres donarlos. Si fuera para curar a su hijo, sí, pero para investigación sólo... Y además en Europa no se pueden pagar.

P. ¿Así que llegará algún día?

R. Puede que sí, pero la cuestión es si está siendo reemplazada por las células iPS, aunque nadie sabe todavía si éstas serán equivalentes a las embrionarias humanas. Falta por ver cómo se diferencian en células especializadas, no se puede olvidar que se ha introducido material genético extraño para producirlas. Pero no me sorprendería que en pocos años se produzcan simplemente añadiendo compuestos químicos que estimulen la expresión de los genes necesarios durante poco tiempo, sin introducir nuevos genes.

P. ¿Cómo ha cambiado el equipo en el que usted trabajó para producir a Dolly?

R. Muchas cosas han cambiado. La empresa PPL ya no existe. Ian Wilmut ya no está en el Instituto Roslin, ahora dirige un instituto nuevo de medicina regenerativa en Edimburgo y el Roslin fue absorbido por otra institución.

P. ¿Produce dinero Dolly?

R. La patente de transferencia nuclear para Dolly está en manos de Wilmut. Pregúntele a él. Y respecto a PPL, cuando la empresa se derrumbó, sobre todo por la lucha por las patentes, todas las que poseía se vendieron a empresas de EE UU. Pasa mucho en Europa. Debería de haber áreas en que no se pudieran vender fácilmente las patentes a países no europeos.

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